En el siglo XVIII, ya los pueblos de la Europa Occidental ya contaban con una visión acerca de Oriente sin embargo estas visiones eran a partir del aprendizaje teológico, de memorias clásicas y de sus propios e intensos sueños. Es importante tomar en cuenta que las aportaciones por los enviados y misioneros europeos que por primera vez visitaron a los mongoles y su territorio fueron la semilla para que los Polo pudieran viajar hacia el Extremo Oriente.
Empecemos por la visión geográfica en donde la compresión medieval hacia la tierra se encuentra expresada en los mapas llamados TO y mapamundi, cabe mencionar que Asia era llamada “India” y esta a su vez era subdividida en tres partes, por ejemplo en inferior, media y gran India, y a veces India menor, Primera o Gran, por decir algunos. Estos términos contaban con significados diferentes para los distintos autores, sin embargo era comprendido normalmente a Egipto, con el reino de Etiopía en primer lugar; en segundo lugar las tierras al este se incluiría el actual subcontinente indio, raramente imaginado entonces proyectándose hacia el océano Índico, si no con la vasta isla de Taprabona extendiéndose hacia el sur, y finalmente “las tierras más allá del Ganges”.
En la anterior imagen se muestra la típica forma de un mapa To, dentro de la O del mundo, Asia se encuentra en la parte superior del mapa. Los brazos de la T están separados por los ríos Don y Nilo y el tronco está formado por el Mediterráneo, que separa África de Europa. Agregados al texto aparecen los nombres de los tres hijos de Noé, de quien se creis que descendían los habitantes de los tres continentes: Set, Cam y Jafet. Alrededor del círculo interior de la tierra firme fluye "el mar Océano".
Por otra parte la literatura desempeño su papel en esta geografía. En libros clásicos, los chinos aparecían confeccionando prendas de seda, también contaban las leyendas que proliferaban acerca de la conquista de la India por parte de Alejandro en el siglo IV del cual se describen anécdotas en donde se menciona su visita a las fronteras del paraíso terrenal, de su relación con Dídimo el Brahmán, en la que el hindú conquistado pone de manifiesto el contraste entre, por un lado, las riquezas y el poder y, por el otro, el ascetismo, el reparto de los bienes y el pacifismo. También eran populares las historias que circulaban sobre tierras exóticas y toda la progenie de razas monstruosas vistas por él como hombres con cabeza de perro, con rostros en le pecho, con una sola pierna y hombres que cuya cabeza crecían por debajo de los hombros; asimismo se describen extrañas bestias como: Unicornios, grifos, rinocerontes, maticoras con cuerpo de león y rostro humano, cockdrilos, dragones, serpientes con dos pies.
Cabe mencionar que estas criaturas no aparecen en el libro de Marco. Pero los miniaturistas encargados de ilustrarlo a menudo silían incluirlas, creyendo que cualquier escrito acerca de Oriente debía tratar sobre ese tipo de cosas.
Otro importante ejemplo es la imaginativa carta del preste Juan una obra que ha sobrevivido en más de ciento veinte manuscritos en muchas lenguas y que disfruto de un enorme éxito. En esta carta Juan describe que es el rey y sacerdote cristiano que reina sobre las tres Indias, el describe acerca de la prosperidad de su reino, donde manan leche y miel, también hablaba de abundantes fuentes de eterna juventud y de que sus territorios no hay serpientes o reptiles, no existen los perjuros, falsificadores, fornicadores ni adulterios, sin embargo muchos son los historiadores que describen la carta como una represenpación de una utopia teocrática ideal.
Más allá de todos los detalles de lo que pueda dudarse, la popularidad de la carta dejo en la mente de la mayoría una falsa idea de que en algún lugar del Oriente existía realmente un poderoso gobernante cristiano que podía ser considerado como un aliado en la lucha contra el mundo musulmán, estas historia seguirían creando falsas esperanzas aún en la época de Colón y después.
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